01 julio 2007

¿Qué me está matando?

La cordillera ya no se ve por lo que nuevamente en la capital han decretado alerta ambiental. Esto es de todos los días. Las noticias dicen que es alerta, pero lo cierto es que cada invierno mis pulmones viven en franca emergencia. Uso una mascarilla que no alcanza a durar el invierno, ya que el hollín se encarga de tapar los poros del filtro y dejar una asquerosa costra negra, que de seguro también tengo en mis pulmones. En cada semáforo respiro una dosis letal de smog que los vehículos escupen al acelerar que lentamente me va matando.
Que paradójico, se supone que hago ejercicio todos los días y que mi salud debe mejorar… pero no en Santiago. Acá los ciclistas debemos salir de circulación durante el período invernal, porque la ciudad no está en condiciones de sostenernos. Pero ¿por qué debemos salir nosotros y no quienes contaminan? No sé, siempre me lo he preguntado. Las noticias indican chorrocientos dígitos de restricción vehicular y yo, sin tener placa patente, sé que también estaré restringido, y se supone que ayudo a descontaminar…
Muchas veces he debido quedarme al costado de una calle intentando recobrar la respiración, ya que el aire se hace irrespirable cuando pasa por mi lado una micro o un camión dándome un baño de humo negro. Mi cabeza anda abombada y me duele durante todo el día, pedaleo sobre exigido, con propensión a desarrollar cuadros asmáticos. ¿Será que la bicicleta me está matando? Y yo que creía que la bicicleta fortalecería mi sistema cardiovascular… pero no en Santiago.
La contaminación me pone de mal humor. Me llena de impotencia el saber que esta ciudad y sus habitantes se mueren poco a poco y tan lentamente que no se alcanzan a percatar… y yo que creía que la bicicleta me ayudaría a botar estrés, definitivamente en Santiago se acumula.
Santiago es la ciudad del racionamiento, no hay gas, electricidad y por cierto, tampoco oxígeno. Algunos llegan a decir que se trata de un problema de DD.HH. Definitivamente yo creo que esto es un problema de Desarrollo de Demencia Humana Humodependiente.
Lo bueno es que no soy el único que se está muriendo, toda la ciudad lo está haciendo, así que mientras algunos eligen morir arriba de sus autos mientras fuman un cigarrillo, yo lo haré arriba de la Blue respirando toda la basura que nos cubre. Moriremos románticamente juntos, como cuando se hundió el Titanic.
Una vez finalizada la emergencia ambiental, o sea el invierno, espero salir con la Blue fuera de Santiago para averiguar si la que me mata es ella o simplemente esta contaminada ciudad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!!

Hoy he terminado de leer todas tus historias, te lo he dicho antes, pero lo repito "escribes bien lolito"!!!
Y la próxima serie... cuando se estrena???
Quiero mas historias!!

Con respecto a la última historia, claramente soy una mas con DDHH!!

BeSoS!

ByE

Felipín Bombín dijo...

Se agradecen los comentarios. Respecto a las nuevas historias, espero comiencen a ver la luz en el mes de Septiembre.

Saludos,
Felipe.

Anónimo dijo...

me encanta la manera con la que escribes. A pesar de que no he sido muy cinstante leyendo, cuando lo hago las leo de corrido. Siempre me sacas más que unas cuantas sonrisas. Santiasco..cofcof..bueno...^.^nos estamos viendo.

 
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